El Delta del Ebro es la mayor zona húmeda de Cataluña, con una superficie de 320 km2. Constituye uno de los hábitats acuáticos más importantes del Mediterráneo.
Destacan las lagunas y arrozales únicos por sus características y por su abundante variedad de aves: patos, garzas, flamencos, etc. Y entre los peces destacan las angulas.
La Casa de Fusta es una de las construcciones más emblemáticas del Delta del Ebro. Que actualmente acoge el Centro de Información del Parque Natural, donde se aconseja los lugares más interesantes, las actividades, así como los itinerarios tanto a pie, en bicicleta, en barca o en coche.
Justo delante de la Casa de Fusta hay una torre de observación desde donde se puede observar las aves en la balsa de la Encanyissada, la más grande del Delta.
Y detrás del restaurante pueden alquilarse bicicletas y los divertidos bici-cars, donde puede viajar toda la familia.
MónNatura Delta es un espacio de interpretación del Delta. Se han rehabilitado unas antiguas salinas, donde actualmente se pueden realizar actividades lúdicas y didácticas que permiten conocer esta zona. Dispone de un mirador y de una zona con barcas de percha, donde podrán comprobar sus habilidades marineras.
Para conocer la desembocadura del río Ebro puede hacerse un pequeño crucero, partiendo de en frente de la Isla de Buda, que les llevará a descubrir los puntos claves de los últimos kilómetros del rio.
Desde Sant Carles de la Ràpita puede realizarse una interesante excursión en barca recorriendo el interior de la bahía hasta los viveros de mejillones y ostras. La excursión se detiene justo encima del vivero de ostras, donde se ofrece la posibilidad de degustar estos moluscos o tomar un refresco.
Sant Carles cuenta también con una importante flota pesquera. Recomendamos especialmente asistir por la tarde a la espectacular llegada de las embarcaciones después de la pesca y su posterior subasta en la lonja. Donde podrán ver a los pescadores seleccionando en cajas los diferentes pescados y langostinos según tipos y tamaños, para su presentación y venta en la lonja, donde los pescateros pujan por cada caja.
Es un bonito pueblo pescador, dispone de una lonja de pescado de dimensiones más reducidas, que la de Sant Carles, donde también puede verse la subasta de pescado. Desde el puerto de la Atmetlla de Mar se pueden hacer una interesante excursión en barca hasta los criaderos de atunes rojos e incluso bucear entre ellos.
También merece interés la visita de Tortosa, ciudad con un abundante patrimonio histórico.
De origen ibérico y romanizada fue durante la dominación árabe capital del reino de Taifas.
Sus principales monumentos son la Catedral, el colegio de Sant Lluís, fundado por Carlos V, y el Castillo de la Zuda, hoy parador de turismo, desde donde podremos admirar el paisaje con el río Ebro y los tejados del antiguo barrio judío.
Puede disfrutar de la fachada histórica de Tortosa navegando por el río Ebro desde el embarcadero del mercado con El Llagut Lo Sirgador.
Son tradicionales de esta zona los “pastissets de Tortosa”, postres típicos de reminiscencias árabes, rellenos de cabello de ángel.
En caso de querer conocer la zona interior les proponemos visitar Miravet, a 107 km de Calafell, donde todavía existe aún un antiguo paso de barca para cruzar el río Ebro con el coche. Cerca de este paso se alza el majestuoso el castillo de Miravet, antiguo enclave de los templarios que controlaban el tráfico del río.
En Benifallet, cerca de Miravet, se encuentran dos cuevas: la Gruta de la Meravelles y la Cova del Dos. Ambas son importantes por la gran cantidad y calidad de formaciones que contienen (macarrones, banderas, excéntricas, a parte de las populares estalactitas y estalagmitas).