Una ciudad sorprendente donde podrán descubrir una civilización milenaria. Tarragona cuenta con importantes restos romanos declarados patrimonio de la humanidad por la UNESCO y dónde también podrán encontrar numerosos comercios, así como centros comerciales.
Los iberos fueron los primeros habitantes conocidos, de esa época son las murallas ciclópeas, pero su época de máximo esplendor se debe a la llegada de los romanos. Tarraco fue la capital de la Hispania citerior y durante este periodo recibió un fuerte impulso urbanístico.
Una visita a la ciudad de Tarragona sirve para trasladarse 2000 años atrás y apreciar el desarrollo de esta población que combina unas excelentes ruinas de época romana: entre las que destacamos el foro, las murallas, el anfiteatro, el pretorio y el circo romano, con una zona medieval dominada por la catedral y su magnífico claustro. También hay un barrio judío que solo contaba con dos comunicaciones con la ciudad, una de ellas la puerta ibérica, llamada portillo de los judíos.
Recomendamos especialmente la visita al circo romano, donde podrán caminar entre los vestigios que se han conservado de la gradería y hacerse una idea de la majestuosidad y tamaño de Tarraco a través de la recreación virtual.
Durante el siglo XX sufrió una fuerte industrialización gracias a su puerto, lo que la convierte en una ciudad moderna. El Serrallo es un barrio típico de pescadores, donde pueden degustar deliciosos platos a base de pescados.
El centro de Tarragona es la Rambla, una hermosa avenida que finaliza en el Balcó del Mediterrani, y separa la ciudad antigua de la moderna.
Ligado a su pasado se realizan interesantes recreaciones históricas en diferentes jornadas.
Para llegar a Tarragona recomendamos llegar a través de la autopista AP7, justo antes de la salida de Tarragona encontrarán una señal de parking y punto de interés. Si se detienen allí podrán visitar el acueducto romano, conocido como el Pont del Diable, que abastecía de agua a la ciudad.
Para regresar a Calafell les recomendamos coger la N-340. A pocos kilómetros de la salida de Tarragona a mano izquierda se encuentra el monumento funerario de la Torre dels Escipions. Y a 26 km siguiendo la N-340 (antigua Vía Augusta) podrán ver el arco honorífico conocido como el Arc de Berà, construcción austera muy típica de los primeros tiempos del imperio.
A Tarragona puede llegarse también en tren, haciendo transbordo en la estación de Sant Vicenç de Calders. El tren les deja justo al lado de la escalinata que les conduce al Balcó del Mediterrani, mirador de la Rambla de Tarragona.